La castración física de los lechones, es una de las estrategias de manejo más utilizadas en las explotaciones porcinas. Su aplicación básicamente se debe a tres razones.
1.- A la necesidad de eliminar el porcentaje de olor sexual que confiere a la carne de cerdos sexualmente activos.
2.- Mejorar el rendimiento a la canal, un concepto que ha ido quedando desfasado, ja que actualmente es perfectamente conocido que el cerdo castrado es menos eficiente en cuanto al índice de conversión.
3.- Evidentemente suele ser una estrategia que facilita la reducción de las agresiones por competencia sexual.